Por el año 2013 el Colegio de Arquitectos de Huelva se decidió a crear concursos de ideas nacionales a nivel urbano para proyectar el futuro de la ciudad. Las bases del concurso tenían como propósito trabajar en unos ejes concretos que renovaran la identidad y la dirección del desarrollo urbanístico en los próximos años con ejes como Vía Paisajista-Rio Tinto, Muelle del Tinto-Barrio Obrero y el primero de todos en el que sólo participamos de manera tangencial, Paseo santa Fe-Virgen de la Cinta. Con el fin de dar alas a las ideas que teníamos respecto las cosas que cambiar en la ciudad, formamos un equipo con el arquitecto Cayetano Campero y el geólogo Juan Antonio Morales.
Al analizar el entorno entre el Paseo santa Fe y el Río Tinto (pasando por el parque Alonso Sánchez, el Barrio Obrero y finalmente las marismas del Polvorín) nos dimos cuenta de la ingente cantidad de capas de historia que subyacen bajo nuestros pies y que pasan desapercibidas en el día a día. Nos fijamos en que en ese corto trayecto tenemos una plaza que se llama Plaza Arqueológica por los restos tartésicos, fenicios o romanos que esperan ser descubiertos, nos dimos cuenta de la historia geológica que nos cuentan nuestros cabezos con su antigüedad, de las huellas que han ido dejando los pueblos que pasaron por aquí, con la huella inglesa indeleble en las casas del barrio Reina Victoria y hasta la huella industrial de las ruinas abandonadas al otro lado de la circunvalación. Todo eso tenía un valor que debíamos sacar a relucir en nuestra idea que se vino a llamar «Un camino para la historia».
